

A solo unos minutos en lancha desde Tolú y Coveñas, en el corazón del Golfo de Morrosquillo, se encuentra una joya única en el mundo: Santa Cruz del Islote, conocida por ser la isla más densamente poblada del planeta. Aunque su tamaño apenas alcanza los 0.012 km² (1.2 hectáreas), en ella viven de forma permanente más de 500 personas, distribuidas en unas 97 casas coloridas y apretadas unas junto a otras.
Santa Cruz del Islote ha ganado fama internacional no solo por su inusual densidad poblacional, sino también por la calidez de su gente, su conexión con el mar Caribe y su capacidad para preservar una vida comunitaria en medio del océano.
Santa Cruz del Islote no siempre estuvo habitado. Su historia comienza hace más de 150 años, cuando pescadores provenientes de las costas de Tolú, Coveñas y pueblos ribereños del río Sinú, buscaban un lugar seguro para pasar la noche durante sus faenas en altamar.
El islote, en ese entonces una formación coralina plana rodeada de aguas poco profundas, ofrecía una ventaja clave: no había mosquitos, lo que lo hacía mucho más habitable que otras zonas costeras pantanosas. Poco a poco, los pescadores comenzaron a construir chozas con madera y palma sobre el arrecife, ampliando el terreno con conchas, coral seco y rocas traídas del continente.
Con el tiempo, lo que era solo un refugio nocturno se convirtió en un pequeño asentamiento familiar. Las casas crecieron una al lado de la otra, se compartieron los recursos y se fortalecieron los lazos comunitarios. Sin servicios públicos ni tierra firme, los habitantes aprendieron a convivir de forma colectiva, adaptándose a las condiciones del mar y a las limitaciones del espacio.
Hoy en día, Santa Cruz del Islote cuenta con:
Este relato de origen no solo es fascinante, sino también profundamente humano: habla de la capacidad de adaptación, la creatividad y la solidaridad.
Desde el muelle turístico de Tolú, salen diariamente lanchas rápidas que hacen recorridos por las Islas de San Bernardo, entre ellas Santa Cruz del Islote. El trayecto dura aproximadamente 45 minutos y permite disfrutar de un paisaje costero inigualable.
Si estás hospedado en Coveñas, puedes tomar un transporte terrestre a Tolú o coordinar una lancha directamente desde algunos hoteles.
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Con una extensión más pequeña que una cancha de fútbol, el islote alberga:
Esto convierte a Santa Cruz del Islote en la isla más densamente poblada del mundo, con una densidad estimada superior a los 41,000 habitantes por kilómetro cuadrado.
Aunque pequeña en tamaño, la isla y su entorno ofrecen experiencias únicas para los viajeros:
Los habitantes han creado un pequeño acuario donde se conservan especies marinas como tortugas, tiburones pequeños, estrellas de mar y peces tropicales. Es una muestra del compromiso de la comunidad con la educación ambiental y la conservación de la fauna marina.
Puedes conversar con los pobladores, conocer cómo es su vida diaria, sus tradiciones, cómo funciona la educación en la isla y cómo se abastecen de agua y alimentos.
Santa Cruz del Islote forma parte de este paradisiaco archipiélago. Te recomendamos combinar tu visita con otras islas como Isla Múcura, Isla Palma o Tintipán, perfectas para buceo, snorkel y descanso frente al mar.
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Santa Cruz del Islote es mucho más que un récord mundial. Es una lección de humanidad, comunidad y convivencia con la naturaleza. Si visitas Tolú o Coveñas, no pierdas la oportunidad de conocer esta isla maravillosa que solo se entiende cuando se camina por sus angostos pasillos y se escucha la voz de su gente.