La parroquia Santiago Apóstol y la recientemente creada parroquia de La Ascensión del Señor en Tolú brindan los servicios eclesiásticos de la Santa Eucaristía, bautismos, confirmaciones, primeras comuniones, matrimonios y exequias a la comunidad toludeña y turista, y a los diferentes corregimientos y caseríos cercanos.

La feligresía católica toludeña es una iglesia que posee una gran fe y un gran sentido cristiano, el cual refleja en su buen trato al hermano y en su sentido de pertenencia para con la parroquia y su comunidad. Todas las actividades sociales que las parroquias realizan son apoyadas de manera activa por todos los miembros de la comunidad. Fruto de ello ha sido la creación de la parroquia La Ascensión del Señor, la cual venía siendo una necesidad para los proyectos de evangelización que la Diócesis de Sincelejo tiene para la región del Golfo de Morrosquillo y para la comunidad religiosa de Tolú.

Celebraciones

El Santo Patrono de Tolú es Santiago “el Mayor”, uno de los doce apóstoles de Jesucristo, y su fiesta se celebra todos los 25 de Julio con diferentes actos litúrgicos solemnes. Luego de 9 días de novena en honor a este santo, se concluye con la procesión acompañada de una cabalgata.

Junto a esta celebración, la Parroquia Santiago Apóstol conmemora distintos tiempos litúrgicos a lo largo de todo el año, sobresaliendo el adviento y la navidad, con las novenas a Nuestro Señor Jesucristo y las “misas del gallo”, que son misas especiales para niños todos los días de novena a las 5 de la mañana; las novenas a la Santísima Vírgen del Carmen a mediados del mes de julio; y la Semana Santa, que con más de 450 años de historia y leyendas, es una de las más antiguas y tradicionales celebraciones cristianas de Suramérica, mucho más antigua incluso que las celebraciones de Semana Santa de Popayán.

Por otro lado, la Parroquia de La Ascensión del Señor celebra el día 14 de cada mes la eucaristía del Señor de los Milagros, en donde muchos católicos han encontrado la sanación y la bendición de Dios.

Templo Santiago Apóstol

La villa tres veces coronada Santiago de Tolú no escapa a la influencia de la arquitectura colonial, la cual se asienta en América desde el descubrimiento en 1492 hasta la emancipación de esta a principios del siglo XIX.

Dicha arquitectura llega a este territorio con Alonso de Heredia, quien fuera el descubridor de Tolú. Es así como en 1549 se ordena a uno de los arquitectos de la Corona Española a hacer el primer ordenamiento territorial de la costa toludeña, llamado el Fuerte de Tolú. Se puede observar en los planos de localización, la misma ubicación del templo, lo cual permite presumir que las bases y el casco del mismo, como el inicio de los bastiones, hoy perdidos en el mar, fueron comenzados muy probablemente entre los años 1549 a 1600.

Analizando los estilos y trazados de las construcciones de la Iglesia de la época de la Colonia, se encuentragran similitud con los correspondientes al templo de Tolú, especialmente en lo concerniente a lo espacial, tanto horizontal como vertical: una nave central, dos naves laterales, un presbiterio con mayor altura a la de las naves laterales, unas columnas con capiteles unidas con muros de 70 cms de espesor y arcos de medio punto, y una torre vertical para el campanario, con una altura muy similar y proporcional con otras iglesias de la época de acuerdo a la dimensión planimétrica del templo.

Los pisos y techos del templo, de acuerdo a investigaciones realizadas en el afán de que esta edificación sea declarada Patrimonio Histórico, poseen un valor importante dentro del conjunto arquitectónico, ya que hacen parte de la tercera etapa de construcción del templo y fueron importados desde Bélgica en los primeros vapores comerciales que llegaron a las costas del Morrosquillo.

Historia parroquial

Desde su fundación, la Villa tuvo intensa vida parroquial con sus dos iglesias conventos de franciscanos y dominicos, sobre cuyas ruinas después del incendio pirata en 1658, se asientan hoy la actual iglesia y el Palacio Municipal.

Como cabecera del gran partido eclesiástico que fue, las dos comunidades atendieron hasta 1780 tanto el adoctrinamiento de los indígenas como la actividad religiosa, fundación de parroquias y viceparroquias, visitas pastorales, entre otras, por todo el extenso territorio de Sabanas-San Jorge y Sinú, quedando después solamente la comunidad franciscana en su “capaz iglesia de piedra, madera y teja”, según lo apunta el obispo Peredo. Los abuelos de viejos ancianos de Sincelejo contaban que los suyos, perentoriamente por falta de curas, muchas veces debieron ir a Tolú para casarse o bautizar a sus hijos.

En 1840 por la entrada del Batallón Sabanas en busca de reclutas al frente del general Rafael Mendoza Paz y de Guillín, quienes sin desearlo desataron un incendio, la iglesia fue semidestruida y abandonada por los religiosos dado el cierre de los conventos y cuyo archivo parroquial existente desde tiempos de la conquista, debieron llevarse, si acaso no quedó destruido por las llamas, pues la iglesia vino a ser entonces una gran casa de palma lado oeste, manzana de la policía, mientras la restauraban. Por ello, llegado ese año el presbítero cartagenero Dr. Jose Domingo Yances, abre como párroco el nuevo archivo ampliado por los sucesores.

Habiendo dependido siempre de la diócesis de Cartagena, con el nuevo departamento de Sucre, la Parroquia de la Villa de Santiago de Tolú pasó a la Diócesis de Sincelejo, con su primer obispo Félix María Torres en 1969, reemplazado por monseñor Héctor Jaramillo Duque, el “obispo bueno” de estirpe antioqueña manizalita, “rico y poderoso en afecto” como su elevada estatura que al fallecer fue enterrado en la catedral de Sincelejo y ha sido sucedido por monseñor Nel Beltrán Santamaría.